Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH, ADHD en inglés)

Hace años se consideraba el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) como un trastorno del comportamiento. Actualmente, la evidencia científica nos señala que el TDAH es una disfunción a nivel neuronal. Para saber si estamos en presencia de este diagnóstico, es importante que los síntomas afecten negativamente a nivel social y académico, estos síntomas deben presentarse al menos durante 6 meses, ellos son:

  1. Frecuentemente no presta mucha atención a los detalles o comete errores por descuido en la tarea escolar, doméstica o cualquier otra actividad.

  2. Frecuentemente tiene dificultad para mantenerse atento al llevar a cabo su tarea o actividades.

  3. Frecuentemente parece no escuchar cuando se le habla directamente.

  4. Frecuentemente no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares, tareas domésticas o deberes.

  5. Frecuentemente tiene dificultad para organizar tareas y actividades diarias.

  6. Frecuentemente, evita o escapa de participar en tareas o actividades que requieren de un mayor esfuerzo mental.

  7. Frecuentemente pierde cosas indispensables para hacer las tareas o actividades.

  8. Frecuentemente es olvidadizo en las tareas o actividades diarias

  9. Frecuentemente se distrae fácilmente con ruidos u otros estímulos externos.

Para diagnosticar la hiperactividad seis o más de los siguientes síntomas deben afectar lo social, académico y ocupacional durante al menos 6 meses:

  1. Continuamente mueve las manos o los pies o no está quieto en el asiento.

  2. Continuamente se levanta del asiento en situaciones en las que se espera permanezca sentado.

  3. Continuamente corre, salta en situaciones en las que es inapropiado.

  4. Continuamente está en movimiento o actúa como si “tuviera un motor por dentro.”

  5. Continuamente habla en exceso.

  6. Continuamente responde precipitadamente, incluso antes de escuchar la pregunta completa.

  7. Continuamente interrumpe las conversaciones entre otras personas.

  8. Se le dificulta jugar o empezar actividades recreativas más tranquilas.

  9. Es incapaz de estar quieto por un tiempo prolongado.

  10. Tiene dificultad para esperar su turno.

La terapia de comportamiento ABA, la acción familiar y educativo son fundamentales para sustituir funcionalmente las conductas problemáticas por habilidades que permitan mejorar la comunicación, aprendizaje y socialización del niño o niña.

Marbella Rodríguez Tescari - MSc, BCBA, IBA

CHC - USA

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