Estructuras anatómicas involucradas cuando nos alimentamos

La alimentación es un acto de la vida diaria voluntario y discontinuo, ya que la persona puede decidir el tipo y la cantidad de comida que desea comer, fundamental para la supervivencia, crecimiento y desarrollo. La gran mayoría al escuchar la palabra alimentación, solo piensa en el estómago y las evacuaciones, sin embargo, este acto involucra muchas más partes del cuerpo que el Aparato Digestivo, implica la experimentación sensorial (táctil, gustativa, olfativa, visual), el desarrollo de habilidades motoras, cognitivas, emocionales, la interacción social y maduración neurológica, ya que el sistema nervioso debe procesar y coordinar toda la información que está registrando para emitir una respuesta, bien sea de rechazo o aceptación.

El acto de comer requiere de una perfecta armonía y coordinación entre diferentes estructuras como la mandíbula, lengua y labios, es decir, entre huesos y músculos.

- Óseas: Hueso hioides, dientes incisivos y molares, maxilar superior e inferior (mandíbula), el cráneo como punto de anclaje para la articulación temporomandibular y músculos.

- Lengua: Compuesta por diversos músculos intrínsecos (longitudinal superior, longitudinal inferior, vertical y transverso), los extrínsecos (geniogloso, hiogloso, estilogloso, palatogloso),

- Labios: Músculo orbicular, mentoniano, risorio, elevador del labio superior y del ángulo de la boca, cigomáticos, bucinador.

Además de estos músculos, existe otro grupo muscular que cumple funciones básicas para la masticación y deglución de los alimentos, como el masetero, el temporal, pterigoideos y digástrico, entre otros.

Comer, implica una estrecha relación entre estas estructuras y el Sistema Nervioso Central, por ejemplo, un tono muscular inapropiado como hipotono o hipertono, o espasticidad muscular puede interferir negativamente en la apertura de la boca, coordinación de movimientos entre lengua y mandíbula, masticación y deglución. La presencia más allá de lo establecido del reflejo de succión interfiere en el acto de comer, así como la ausencia de reflejos protectores que evitan el atragantamiento como los reflejos de arcada y de tos.

Si consideras que tu hijo es “quisquilloso” para comer o presenta selectividad alimentaria o neofobia, es importante que consideres que existe una causa para su conducta, por lo que te recomiendo evitar el pensamiento de “ya comerá o es una etapa”, evitar “obligarle” a comer o solo ofrecerle una dieta basada en proteínas líquidas, pues no estás ofreciendo los nutrientes necesarios y tampoco estarías abordando las causas de sus dificultades.

Susana Pereira - Terapeuta Ocupacional - Terapeuta de Conducta

Educadora en Masaje Infantil

Valencia - España

https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-98682000000100016#:~:text=El%20hueso%20hioides%20es%20un,la%20mandíbula%20y%20el%20cráneo.

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