Consecuencias de falta de sueño en niños y adolescentes
Dormir es sinónimo de salud, el sueño es una de las necesidades biológicas del ser humano que nos permite restablecer las funciones físicas y psicológicas, su satisfacción nos permite la supervivencia. Durante el sueño se produce una especie de poda neuronal eliminando el exceso de conexiones sinápticas (sobre todo las que no se usan), al igual que se eliminan moléculas nocivas que dañan al cerebro, metabolitos del sistema nervioso central que pudieran obstaculizar el adecuado funcionamiento del cerebro. Otra función del sueño es que contribuye a la regulación de la temperatura corporal, facilitando los procesos metabólicos y hormonales (como la del crecimiento).
Es cierto que hay niños y adolescentes que tienen trastornos del sueño por causas biológicas, como pueden ser algunos síndromes. Sin embargo, hoy en día el uso excesivo de pantallas como móviles y tablets, consumo de alcohol, nicotina, incluso bebidas energéticas, además de generar otros tipos de problemas a la salud, tienen un impacto negativo sobre la cantidad de horas de sueño y, sobre todo, en su calidad, afectando y alterando el ciclo circadiano. Inclusive, el estado de la habitación puede influir de manera negativa si está llena de colores, estímulos visuales, desordenada, con una temperatura desagradable y expuesta a mucho ruido.
Es necesario recordar que el sueño se compone de diferentes etapas: I o de adormecimiento, II o de sueño ligero, III o de transición, IV o profundo (sueño delta), V o REM y cada una de ellas cumple una función reparadora en nuestro cuerpo.
En los niños y adolescentes dormir insuficientemente o a baja calidad se puede manifestar con comportamientos irritables, falta de atención, mayor actividad, impulsividad, malhumor, depresión, tristeza, aumento de ideas de suicidio y autolesiones, disminución de motivación, ansiedad, agresividad, trastornos mentales y emocionales, bajo rendimiento escolar.
Es por ello, que lo fundamental es tomar medidas y corregir malos hábitos, así como fomentar el deporte, una alimentación balanceada, pobre en azúcares y otras sustancias estimulantes, evitar o disminuir el consumo de bebidas gaseosas y energéticas, mantener una habitación con ambiente agradable en cuanto a estímulos, luz, ruido y temperatura, disminuir la exposición a pantallas antes de dormir y cambiarlo por el hábito de la lectura, además, mantener una rutina horaria de descanso.
Susana Pereira - Terapeuta Ocupacional - Terapeuta de Conducta
Educadora en Masaje Infantil
Valencia - España
Bibliografía consultada:
https://unamglobal.unam.mx/global_revista/que-hace-tu-cerebro-mientras-duermes/#:~:text=De%20la%20información%20que%20recibimos,se%20desarrollaron%20durante%20la%20vigilia.
https://muysaludable.sanitas.es/salud/fases-ciclos-sueno/
https://www.nhlbi.nih.gov/es/health/sleep-deprivation/health-effects