Se están haciendo muchas investigaciones sobre cómo tratar los síntomas de los trastornos de neurodesarrollo en los niños o ayudarles a vencer las dificultades. Sin embargo, para decidir si algo ayuda o no (o si es mejor que alguna otra cosa), los investigadores necesitan evaluar los resultados de muchos estudios.

Asimismo, La psicología al igual que otras ciencias ha evolucionado grandemente en las últimas dos décadas. Y ahora tenemos un panorama mucho más claro de la efectividad de las terapias según el tipo de padecimiento . Es decir que el éxito del tratamiento terapéutico depende grandemente de que se trabajen con claridad los síntomas de cada patología y es este el caso de los tratamientos conductuales para tratar los trastornos del neurodesarrollo, ya que esta aporta confiabilidad y rapidez en la observación de resultados que son así mismo medibles y observables durante todo el proceso de acompañamiento terapéutico.

Es así, que ahora podemos ver con claridad los beneficios de las terapias de primera generación, específicamente para el tratamiento de discapacidades intelectuales, trastornes del espectro autista, déficit atencional y trastornos motores.

¿Cómo nos ayudan estos tratamientos?

Las intervenciones conductuales intensivas tempranas que se concentran en ayudar a los niños con su desarrollo general pueden mejorar el razonamiento y las destrezas de comunicación en el niño pequeño, las destrezas para llevar la vida cotidiana o la intensidad de los síntomas de su trastorno.

La terapia conductual es de gran apoyo también para los padres y familiares de estos niños con requerimientos especiales. La clave está en la elección temprana del tratamiento y que el niño pueda recibirlo en sus primeras etapas de desarrollo, para   abordar las destrezas sociales, la atención, el sueño, el juego, la ansiedad, la interacción con los padres y conductas desafiantes. Apoyándolo en la adquisición de habilidades y el ingreso a los centros educativos de ser necesario.

 Estos programas ayudan y son de apoyo también con el desarrollo general de los niños que no presentan ningún diagnóstico. Muchos de estos programas utilizan a terapeutas especialmente capacitados que trabajan con los padres y los niños hasta 25 horas cada semana. Los programas pueden durar desde 12 semanas hasta 3 años. Se realizan en casas, escuelas y clínicas que son los espacios seguros para el niño.

Por tanto, Para tomar una decisión de llevar estos tratamientos lo más importante es hacerlo de la mano de un especialista en el área. Finalmente elegir tratamiento conductual en los primeros años de vida del niño facilitara su adaptación al medio y los ambientes sociales, para posteriormente apoyarle en su desarrollo a una vida adulta saludable.

Rubby Uzcátegui

Psicóloga Clínica

CHC - Costa Rica