Microbiota y su influencia en nuestro comportamiento
El microbiota es el conjunto de microorganismos que viven en nuestro cuerpo como bacterias, hongos, virus, arqueas, inclusive, los científicos están considerando al microbiota como otro órgano, por la relación bidireccional en relación con beneficios entre nuestro cuerpo y estos microorganismos. El microbiota se adquiere desde la gestación y se estabiliza entre los 3 y 5 años para iniciar un nuevo cambio a partir de los 50 años de edad.
El microbiota lo podemos encontrar, no solo en el aparato digestivo, si no, que también en la boca, ojos, pulmones, aparato urinario, endometrio y piel. Sin embargo, el más estudiado hasta ahora es el microbiota del aparato digestivo por su mayor relevancia en sus funciones como lo son, entre otras, barrera protectora, inmunoreguladora, formación de neurotransmisores, digestión de alimentos, producción de neurotransmisores. Por ejemplo, una inflamación del aparato digestivo influye sobre nuestro sistema inmunitario y además pueden activar áreas cerebrales de hipervigilancia produciendo ansiedad e inactivar áreas que inhiben el movimiento produciendo apatía en la persona.
El microbiota intestinal se relaciona con el cerebro a través del nervio vago y del sistema nervioso periférico, es por eso que, por este eje bidireccional entre intestino y cerebro, si existe un desequilibrio en el microbiota influirá sobre la producción adecuada de los neurotransmisores originando conductas deficientes, ansiedad, depresión.
Nuestra especialista, Laura García, durante nuestra entrevista menciona la importancia que tiene una evaluación integral del niño antes de realizar un diagnóstico médico, ya que un desequilibrio en la microbiota puede dar origen a ciertas conductas que puedan hacer pensar sobre un posible TDH, Autismo, entre otros. Además, hace reflexionar sobre lo que podemos para hacer para mantener un equilibrio y saludable nuestra microbiota como lo es:
1) Alimentación equilibrada manteniendo a raya alimentos ultra procesados, el azúcar e incluir alimentos ricos en fibras, vegetales, carnes rojas, blancas, pescado, cerdo, tubérculos, consumo de yogures, alimentos fermentados, incorporar agua y eliminar bebidas de frutas naturales o bebidas procesadas y la fruta incorporarla como postre, además, consumir un suplemento de omega 3.
2) Actividad física.
3) Disminución de estrés.
4) Eliminar automedicación con antibióticos.
5) Mantener controlado la existencia de moho.
6) Mantener contacto con animales.
Te invito a escuchar muestra entrevista completa, aumentar tus conocimientos y despejar dudas.
Susana Pereira - Terapeuta Ocupacional - Terapeuta de Conducta
Educadora en Masaje Infantil
Valencia - España
Fuente: https://youtu.be/YWECFmzuj0w