La palabra impulsividad proviene del latín impulsus, que significa "golpear o empujar". La impulsividad es una característica de la personalidad determinada por la reacción rápida, inesperada y desmedida ante cualquier situación y su causa podría ser el deseo de satisfacer una necesidad o placer inmediato. La impulsividad va de la mano en la infancia y adolescencia, ya que es una forma que ellos tienen de poner a prueba a todo su entorno, es una oportunidad para aprender habilidades y herramientas para el autocontrol.

A diario, requerimos de las funciones ejecutivas para poder desenvolvernos en nuestro entorno y conseguir nuestros objetivos. En los trastornos del neurodesarrollo, sobre todo en el Autismo, la función ejecutiva de flexibilidad y de inhibición de respuesta están alteradas, ya que presentan dificultad para cambiar de rutina generando estrés, trayendo como consecuencia una explosión desmedida de la conducta por la dificultad que tienen para controlar sus impulsos y mantener el autocontrol, lo que puede ser perjudicial tanto para el niño, como para su cuidador.

Como estrategias para afrontar la impulsividad en el Autismo y otros trastornos del neurodesarrollo, podríamos mencionar lo siguiente:

- Crear listas de tareas y dividirlas por pasos.

- Utilizar apoyos visuales, por ejemplo, si van a ir a un lugar nuevo para el niño (a) explicarle a través de imágenes cómo será el recorrido y qué verán.

- Usar un tablón de fichas, donde se coloquen puntos, estrellas o lo que se te ocurra, cada vez que el niño logre o finalice una tarea. Se denomina economía de fichas, por ejemplo, si terminó sus tareas y además recogió su plato de la mesa, se le dan 1 o 2 estrellitas y cuando llegue a 10 estrellitas obtendrá un premio, el que hayan pactado, es importante iniciar la economía de fichas ya con alguna estrellita. Te invito a leer nuestro artículo https://www.childhopecenter.com/blog/en-que-consiste-la-economia-de-fichas que habla con más profundidad sobre ello.

- Realizar juegos de mesa que al niño le gusten.

- Involucrarlo en alguna actividad de la casa, por ejemplo, de cocina. Debes tomar en consideración su edad. Esta actividad requiere de paciencia (más de tu parte, para acompañarlo) y frene la necesidad de placer inmediato.

- Hacer alguna actividad física como el deporte o baile, procurando que involucre técnicas de respiración.

- Si le gusta al niño (a), que realice alguna manualidad, dibujo o que escuche música.

- Alejarlo lo más posible del uso de pantallas, por sus efectos perjudiciales en la corteza prefrontal.

- Dependiendo del nivel cognitivo y edad del peque, se pueden utilizar estrategias como: desarrollar la escucha, es decir, escuchar las instrucciones antes de actuar o incluso pedir que se les repitan, eso ayudará a desarrollar autocontrol, mantener claras las reglas del juego y sobre todo, el modelo de comportamiento eres tú, por lo tanto, tienes que autocontrolarte.

Susana Pereira - Terapeuta Ocupacional - Terapeuta de Conducta

Educadora en Masaje Infantil

Valencia - España

Bibliografía consultada:

http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1794-47242013000100019#:~:text=La%20compleja%20red%20neuronal%20involucrada,regiones%20cerebrales%20que%20participan%20en

https://www.autismovivo.org/post/cómo-es-el-trastorno-de-control-de-impulsos-y-el-autismo

https://ailapsicologia.com/control-impulsos-ninos-adolescentes/#:~:text=Visualizar%20y%20pensar%20en%20las,posibilidad%20de%20que%20lo%20haga