Dieta Sensorial
En artículos anteriores hemos conversado sobre los sistemas sensoriales (visual, olfativo, gustativo, auditivo, táctil, propioceptivo y vestibular) y cómo influyen en nuestro día a día. Al mencionar dieta sensorial, no hablamos de alimentos, si no, de estos sistemas y como, según las características y necesidades de cada niño, podemos ofrecerle una dieta sensorial para tranquilizarlos sobre todo después de unas fechas de tanta demanda social y estimulante como las decembrinas.
La dieta sensorial se trata de una serie de herramientas o actividades y/o modificaciones ambientales que van a favorecer al niño para mantener su sistema nervioso central organizado, por lo que el niño mostrará un comportamiento más adecuado a las exigencias diarias.
Algunas actividades que le puedes ofrecer a tu hijo según sus necesidades son las siguientes:
-Estirar gomas tipo tiras theraban, apretar pelotas elásticas o relajantes, masillas o plastidedos (playdoh).
-Mientras que estén sentados, se puede colocar una pelota para que las mueva con sus piernas o que se siente en una pelota grande (silla pelota) y así disminuirá la probabilidad que se levante con mayor frecuencia.
-Juegos donde tenga que marchar como militar con pasos firmes y pisando fuerte, saltar la cuerda, juegos donde tenga que saltar alternando piernas y aprovechas parta reforzar lateralidad diciendo derecha-izquierda.
-Juegos de discriminación sensorial y preferiblemente que no vea que objetos hay dentro de la caja y pueda adivinar que está agarrando.
Juegos al aire libre que puedan ensuciarse sin temor a ser regañados por ello.
-Hay niños que no le gustan cortarse las uñas y esto puede significar una gran lucha en casa (defensa táctil) resulta beneficioso remojar las uñas un rato antes de cortárselas.
-Si tu hijo es de los que no paran, al salir puedes pedirle que lleve una mochila o koala (riñonera) con algo de peso.
Brindarle apoyo para reconocer sus propios estados de alerta y sea capaz de autorregularse a través de estímulos adecuados.
Ofrecerle lugares para descansos sensoriales donde el niño pueda tranquilizarse y tomar un tiempo para ello cuando han tenido una sobrecarga de estímulos.
-Actividades con diferentes temperaturas.
-Ofrecerle alimentos de distintas texturas.
Susana Pereira - Terapeuta Ocupacional - Terapeuta de Conducta
Educadora en Masaje Infantil
Valencia - España