¿Reforzamiento o Castigo?

Dos de los términos que más cuesta entender son el de reforzamiento y castigo. Son dos conceptos importantísimos, dos principios fundamentales en el condicionamiento operante. 

El condicionamiento operante nos dice que nuestras conductas se ven modificadas por los estímulos que las siguen, pudiendo aumentar su probabilidad de emisión o disminuir. La confusión se produce porque pensamos que “reforzamiento” consiste en dar algo bueno para aumentar una conducta, y “castigo” en dar un estímulo negativo, pero no es así.

Hay una manera sencilla de explicarlo, refiriéndose a lo que queremos conseguir:

  • Si queremos aumentar la frecuencia de una conducta, hablamos de reforzamiento.

  • Si queremos disminuir la frecuencia de una conducta, hablamos de castigo

Por lo tanto, entendamos que:

Reforzamiento positivo: Presentar un estímulo agradable para incrementar la frecuencia de una conducta. El reforzador más común por ejemplo: comprarle chucherías a un niño si se comporta bien.

Reforzamiento negativo: Retirar, evitar o escapar de un estímulo aversivo para aumentar la frecuencia de una conducta, por ejemplo: quitar un castigo a un hijo luego de estudiar, es un ejemplo clásico.

Castigo positivo: Presentar un estímulo de desagrado para disminuir la frecuencia de una conducta, por ejemplo: dar un golpecito en la pata a un gato que está arañando un mueble.

Castigo negativo: Retirar un estímulo satisfactorio para disminuir la frecuencia de una conducta, por ejemplo: los padres que no prestan atención al niño cuando éste se pone a gritar.

 

Saúl Ibáñez

Terapeuta de Conducta ABA - CHC Costa Rica

Anterior
Anterior

Entrevista: Diagnóstico temprano en niños y niñas por la Dra. Mildred Rojas

Siguiente
Siguiente

Diferencia entre Castigo y Extinción