Reflejos Primitivos y su influencia en el aprendizaje
Sabemos que todos nacemos con reflejos y que poco a poco estos deben ir integrándose. Sin embargo, cuando un niño nace con alguna patología o condición estos reflejos tardan en desaparecer o sencillamente no lo hacen.
Los reflejos primitivos son una serie de movimientos automáticos, involuntarios, que hacen los bebés ante diversos estímulos sensoriales y que tienen una función vital durante el primer año de vida. La etapa ideal para integrar esos reflejos es hasta los 6 años, no significa que después de esa edad no se logre realizar, pero es más complicado y lento. Cuando los reflejos primitivos persisten más allá de ese tiempo, impiden un buen desarrollo motriz, emocional y cognitivo, interfiriendo en el proceso de aprendizaje.
Los movimientos reflejos deben desaparecer para dar lugar a los movimientos libres y autónomos de cada músculo. Esto es indispensable para tener entre otras cosas, por ejemplo, una buena postura al sentarse, una correcta presión del lápiz, un adecuado proceso de lecto-escritura.
¿Pero cómo identificamos un reflejo? Por ejemplo, el reflejo tónico asimétrico del cuello, el cual se debe integrar a los 6 meses de edad, cuando está presente entorpece la escritura, porque obliga al niño a adoptar posturas inapropiadas para contrarrestar la necesidad de mantener estirado el brazo hacia donde miran sus ojos. La postura de este reflejo es que cuando el niño gira la cabeza hacia algún lado bien sea el derecho o el lado izquierdo, el brazo hacia donde gira la cabeza se estira y el contrario se flexiona a nivel de codo. Es por ello, que debemos ser cautelosos en exigirle a un niño que se siente bien o que haga sus tareas más rápido. Si no tenemos ciertos conocimientos básicos, podemos caer en el error de regañarlos o catalogarlos como niños problemáticos y realmente no lo son, sino que tienen una inmadurez del sistema nervioso central que hay que trabajar.
Cuando hay algún reflejo primitivo presente, el niño está concentrado en mantener una postura que lo ayude a realizar una actividad y NO está concentrado en aprender lo que se le quiere transmitir.
Si quieres ayudar a tu bebé a integrar esos reflejos, por favor procura esté expuesto a la menor cantidad de pantallas posibles, que no pase demasiado tiempo sentado en un coche-carro y que al contrario pueda explorar con movimientos libres, rolar, arrastre, reptar, gatear y jugar con diferentes texturas, brindarle experiencias vestibulares como trepar, columpiarse, triciclos.
Susana Pereira - Terapeuta Ocupacional
CHC - Valencia - España