La lectoescritura es un tema complejo, amplio y digno de más artículos. Es una habilidad o aprendizaje adquirido a lo largo de la vida y que no tiene nada que ver con la genética, aprendizaje que seguramente a más de uno le ha producido preocupación. Comencemos por definir cada uno.

La lectura es el proceso donde se decodifica y se interpretan los signos que están plasmados de manera tangible (papel u otro material físico) o intangible (digital), que llamamos escritura. Esto no es más que un sistema de representación gráfica de un idioma a través del trazado de signos, letras.

Existen diversas opiniones sobre este proceso lectoescritor, hay autores, cada uno desde su especialidad, que refieren que primero se da la lectura y otros, opinan que la escritura, lo cierto es que ambas van de la mano.

Sin embargo, la primera lectura que se produce es en bloque, es decir, cuando un niño es capaz de identificar lo que dice a través de un símbolo, por ejemplo, cuando ve el logo de MacDonald´s, la imagen de un perro, agua, etc. De igual manera, podemos tener el caso del niño que identifique las letras del ABC y no significa que sepa leer, porque para hacerlo necesita primero asociar (letras, fonemas), decodificar (visual y auditivamente), comprender el significado (de las palabras, frases), y además, tener metacomprensión (ser capaz de corregir sus errores), para, posteriormente, escribir lo que escucha en un dictado o comprender un texto y realizar un resumen con coherencia.

La lectura es una habilidad que se desarrolla antes que la escritura, ya que el lenguaje oral se inicia antes que el escrito. Los niños deben aprender a comprender lo que leen para expresarlo de manera clara y correctamente en su escritura.

El proceso de la lectoescritura es complejo e involucra varias áreas del cerebro, asimismo, intervienen varios factores o procesos como cognitivos, perceptivos y motores.

En el próximo artículo seguiremos hablando sobre el amplio proceso lectoescritor.

Susana Pereira - Terapeuta Ocupacional

Valencia - España