Epilepsia
Según la Organización Mundial de la Salud, la epilepsia es una enfermedad cerebral crónica no transmisible que se caracteriza por convulsiones recurrentes, que son episodios breves de movimientos involuntarios de una parte del cuerpo (parcial) o todo el cuerpo (generalizado). Actualmente, afecta, aproximadamente, a 50 millones de personas, convirtiéndola en uno de los trastornos neurológicos más comunes sin distinción de edad, siendo de causas múltiples como genéticas, lesiones o infecciones cerebrales, tumores, y otras desconocidas.
Las convulsiones focales ocurren en un punto de cualquier lóbulo del cerebro y las generalizadas se refiere a las que se producen en todas las áreas del cerebro, por ejemplo, en las crisis de ausencia, convulsiones tónicas, atónicas, clónicas, mioclónicas y tónico- clónicas.
Los síntomas pueden variar desde la mirada fija con o sin movimiento corporal (crisis de ausencia), breve pérdida del conocimiento, rigidez muscular, movimientos espasmódicos incontrolables de brazos y piernas, síntomas psicológicos, como miedo, ansiedad o déjà vu.
Antes de cada convulsión, las personas suelen tener la llamada aura epiléptica que puede durar entre unos segundos hasta varios minutos, antes de experimentar la crisis como tal. La identificación de estas auras epilépticas permite a los investigadores realizar un diagnóstico más preciso, además de ayudar a diferenciar entre una crisis parcial o generalizada.
A pesar de que existen investigaciones discrepantes, se mencionan diferentes tipos de auras epilépticas como: Las viscerosensoriales o autonómicas (vómitos, enrojecimiento, palidez, palpitaciones, ganas de ir al baño); psíquicas o experienciales (alucinaciones estructuradas, ilusiones); sensoriales especiales (involucra la percepción de olores, gustativas, auditivas como pitidos o zumbidos, visuales como puntos, estrellitas, gustativas y vertiginosas); somatosensoriales (calor, frío, adormecimiento, sensaciones eléctricas).
Actualmente, la epilepsia no tiene cura, existen medicamentos que controlan las convulsiones y cuando estos no funcionan, se utiliza la cirugía, que consiste en extraer la parte del cerebro que produce la convulsión, siempre y cuando sea focalizada y no afecte a funciones vitales como el habla, el lenguaje, movimiento, visión o audición.
Otras opciones son las terapias de estimulación cerebral mediante un dispositivo y la dieta cetogénica. En estudios actuales probados en pacientes voluntarios, se han trasplantado células cerebrales para que estas comiencen a formar conexiones nuevas y atenúen los fallos de activación que causan las convulsiones, lo que puede convertirse en otra opción de tratamiento.
Susana Pereira - Terapeuta Ocupacional - Terapeuta de Conducta
Educadora en Masaje Infantil
Valencia - España
Bibliografía consultada:
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/epilepsy
https://www.paho.org/es/temas/epilepsia#:~:text=La%20epilepsia%20es%20un%20trastorno,o%20convulsiones%20de%20forma%20provocada.
https://vivirconepilepsia.es/noticias
https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/epilepsy/symptoms-causes/syc-20350093#:~:text=Los%20síntomas%20incluyen%20mirada%20fija,Convulsiones%20tónicas.
https://www-technologyreview-com.translate.goog/2024/03/29/1090301/brain-cell-transplants-are-the-newest-experimental-epilepsy-treatment/?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=rq#