Coordinación Oculo-Manual y Motricidad Fina
La coordinación es un acto del sistema nervioso central, regida mayormente por el cerebelo, quien es el responsable de coordinar el movimiento y el equilibrio para ajustar de manera coherente lo que vemos con las respuestas motoras que emitimos. Por lo tanto, la coordinación es lo que nos permite mover de manera sincronizada todos los músculos implicados en una acción. Existen diferentes tipos de coordinación, por ejemplo, coordinación dinámica-general, coordinación segmentada (como la oculo-manual, oculo-pedal y la óculo-cabeza), coordinación espacial, coordinación intermuscular, coordinación intramuscular, coordinación estática, coordinación fina, coordinación gruesa.
No obstante, en esta oportunidad, solo mencionaremos, cómo la coordinación oculomanual no se puede desvincular de la motricidad fina. La motricidad fina está compuesta por un grupo muscular pequeño que, algunos de ellos emergen del antebrazo y se insertan en los dedos, manos y, otro grupo muscular, propiamente de dedos y manos, el hecho es que, la capacidad de agarre de objetos de diferentes tamaños, de escribir, tocar instrumentos musicales, enhebrar, rasgar, colorear, recortar, rasgar o de comunicarnos con ellas a través de gestos, es lo que nos diferencia del reino animal y estas habilidades se van desarrollando a lo largo de nuestras vidas y perfeccionando siempre y cuando no exista una lesión periférica o cerebral.
En virtud de la estrecha interrelación entre ojo-mano, es de suma importancia, prestarle esmera atención desde edades muy tempranas (bebés-preescolar-escolar) a la coordinación oculomanual y a cómo es la motricidad fina y cómo se va desarrollando en el transcurso de la primera infancia, ya que en gran medida de ella va a depender el aprendizaje de la escritura, dibujar, autonomía e independencia en ciertas actividades de la vida diaria como vestirse-desvestirse, amarrar los cordones de los zapatos, abrocharse-desabrocharse los botones, subir-bajar cierres o cremalleras, tomar los utensilios como cuchara-tenedor-cuchillo para comer, el vaso para beber (si no coordinamos el movimiento ojo-mano-boca, es complicado llevar los cubiertos o vasos a la boca sin ocasionar derrames).
Como se mencionó anteriormente, hay que observar al niño desde bebé, sin embargo, la edad preescolar es, la más propicia para estimular, desarrollar y fortalecer tanto la motricidad fina ya que se ve influenciada por el crecimiento y desarrollo osteomuscular, la facilidad de establecer conexiones neuronales valiosas e incontables, sin menospreciar, la alta capacidad del niño para asimilar experiencias como la coordinación oculomanual.
En el próximo artículo te mencionaré algunos juegos que puedes hacer con tu hijo para ayudarlo a mejorar y madurar su coordinación oculo manual y motricidad fina al mismo tiempo.
Susana Pereira - Terapeuta Ocupacional - Terapeuta de Conducta
Educadora en Masaje Infantil
Valencia - España
Bibliografía consultada: https://psicologiaymente.com/salud/tipos-de-motricidad