Conducta masturbatoria en niños pequeños ¿Normal o anormal?

En ocasiones, la masturbación es un tema tabú, por pudor o vergüenza, del que no se habla, y mucho más si se trata de la masturbación infantil. La masturbación es la autoestimulación de los genitales con el objetivo de obtener placer. Sin embargo, desde edades muy tempranas, tanto niños como niñas se tocan y exploran sus genitales por simple curiosidad o juego, aunque esto es una manera de conocer su cuerpo y solo posteriormente cuando son más grandes es que se puede hablar del concepto de placer o satisfacción sexual. En la infancia, se define como la estimulación de los genitales en niños prepúberes.

Los niños pequeños necesitan tocarse para comprender su cuerpo y sus límites corporales. Sin embargo, en lactantes y niños pequeños, la conducta masturbatoria, no se produce por estimulación directa de los genitales. Cuando comienzan a palpar o tocar todo cuanto les rodea, se topan con sus propios brazos, piernas, tronco, cabeza y comienzan a entender su esquema corporal y diferenciarlo del mundo que les rodea. La curiosidad y el interés que muestran por explorarlo, conocerlo y experimentar con él sensaciones agradables y placenteras son justamente eso y no otra cosa. A partir de los 5 años, parece que los temas sexuales dejan de interesarles y esto se explica por la socialización del niño que debe adaptarse a las normas sociales y culturales que les rodean, por lo que si ésta conducta persiste con frecuencia y en público, es un motivo de preocupación y momento de actuar con los especialistas.

Cuando los padre consultan al pediatra sobre ésos extraños movimientos, el especialista debe evaluar con profundidad para descartar patologías, no obstante, el diagnóstico de masturbación se hace complicado en lactantes y niños pequeños ya que los movimientos pueden ser confundidos con epilepsia, distonías paroxísticas, movimiento distónicos, sin embargo, la gran diferencia es que no hay pérdida de conciencia por parte del niño y el episodio cesa con la distracción del niño hacia otra cosa, además que, las expresiones del bebé en los episodios masturbatorios no son de satisfacción.

El pediatra debe descartar la existencia de alguna infección importante del aparato genitourinario, si existe prurito importante, parásitos, problemas gastrointestinales, si ha sido víctima de abuso sexual, si presenta dificultad para conciliar el sueño, situaciones de estrés como el destete, nacimiento de un hermano, divorcio o constantes discusiones en casa, muerte de un ser querido, ansiedad, aburrimiento, enfado, depresión, hiperactividad, enuresis nocturna, si hay problemas de alimentación, en el caso del niño mayor (entre los 3 y 4 años) problemas de socialización ya que debe haber interiorizado que no puede hacerlo en público, preguntar y asesorar a los padres en temas de educación sexual, así como observar si coincide la edad cronológica con la edad mental del niño y descartar autismo o deficiencia cognitiva, evaluar el clima afectivo familiar para comprobar si hay problemas y si es adecuada la atención del niño por parte de padres y cuidadores y en caso de detectar una enfermedad o un ambiente inadecuados, hay que derivar al niño y a la familia al especialista. El análisis de conducta aplicada, ABA, puede ayudar a tu hijo (a) si presenta conducta masturbatoria con sus múltiples técnicas de intervención.

Susana Pereira - Terapeuta Ocupacional - Terapeuta de Conducta

Educadora en Masaje Infantil

Valencia - España

Bibliografía consultada:

https://www.elsevier.es/es-revista-anales-pediatria-continuada-51-articulo-masturbacion-el-lactante-el-nino-S1696281810700470

https://www.sccalp.org/boletin/177/BolPediatr2001_41_275-289.pdf

Anterior
Anterior

Técnicas de estudio en alumnos Neurodivergentes

Siguiente
Siguiente

¿Cómo podemos mejorar la conducta de tricofagia desde el ABA?