El Trastorno del Espectro Autista (TEA) transforma la vida de una familia completamente.

El diagnóstico puede ser aterrador o liberador.  Es normal que los padres sientan miedo,  dudas y angustia ante el desafío que representa criar un niño con TEA, pero también pueden sentir alivio al saber a qué se enfrentan. Con el conocimiento llega el poder y la posibilidad de buscar herramientas para mejorar la vida de la familia. 

Contar con un diagnóstico oportuno es el primer paso de un camino colmado de grandes desafíos y muchos sacrificios, pero que también ofrecerá alegrías y grandes satisfacciones. Los padres de un niño o niña  con TEA conocen el valor de las pequeñas grandes cosas: una palabra, una sonrisa, una mirada, un abrazo.  Cada paso, cada logro, cada objetivo alcanzado se valora y disfruta con mayor intensidad. 

Los niños y niñas con TEA presentan dificultades en las habilidades de comunicación e interacción social, así como intereses restrictivos y repetitivos, lo que puede afectar su desarrollo escolar, familiar y social.

Sin embargo, está demostrado científicamente que una intervención temprana ayuda a disminuir los síntomas y favorece el desarrollo de habilidades mejorando las oportunidades y calidad de vida del niño o niña y de su entorno.

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, uno de cada 160 niños tiene TEA. En algunos países la incidencia es mucho mayor, como por ejemplo en Estados Unidos donde 1 de cada 54 niños es diagnosticado con esta condición.

Si tienes alguna sospecha o preocupación sobre el desarrollo de tu peque consulta cuanto antes con un especialista, porque el tiempo también es oro.

Solimar Rodríguez, Terapeuta de Conducta ABA

Venezuela