Trastorno del Espectro Autista

El trastorno del espectro autista (TEA), es un trastorno del desarrollo que afecta a la comunicación y a la interacción social que se caracteriza generalmente por patrones de comportamientos repetitivos, estereotipados y pensamiento rígido, es un trastorno neurológico que afecta al funcionamiento del cerebro. Su origen podría deberse a una interrupción del desarrollo normal del cerebro en una etapa temprana del desarrollo del feto por defectos en los genes que controlan el crecimiento del cerebro y que regulan la sinapsis. El autismo generalmente siempre viene acompañado de TDH y ansiedad por lo que se hace aún más complejo para ellos el adecuado proceso de aprendizaje. El autismo incluye una amplia variación en el tipo y la gravedad de los síntomas (nivel I, II, III) es por esa razón que oficialmente se incluye el término espectro. Hay quienes se comunican de manera verbal y quienes no, cada persona tiene sus variaciones a nivel cognitivo, así como en la autonomía o independencia para las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria.

El TEA, ha sido objeto de numerosas clasificaciones, sin embargo, en la última versión del DSM (DSM-V), EL síndrome de Rett, Asperger, el trastorno generalizado del desarrollo y el trastorno disociativo de la infancia ya no forman parte de la clasificación del TEA, por lo que habrá que esperar a la nueva actualización del DSM.

Las características más comunes del TEA son las siguientes:

-Déficit en conducta social: dificultad para relacionarse socialmente y de mantener un vínculo social, dificultad para mantener contacto visual.

-Déficit en la conducta verbal: en ocasiones hay ausencia del lenguaje, en otras ecolalia, inversión prenominal.

-Ritualistas: suelen tener un ritual, por ejemplo, para comer primero huelen la comida, soplan y luego la ingieren. Ordenar objetos por formas, color y tamaño.

-Movimientos estereotipados: aleteo, dar vueltas en circulo.

-Alimentación: suelen rechazar alimentos variados, la mayoría de las veces no porque le desagrade, si no, por alteraciones en su sistema sensorial táctil, En ocasiones no mastican y rechazan los alimentos a trozos.

-Agresividad: a veces suelen autolesionarse mordiéndose o pegándose. En otras ocasiones pueden golpear a otra persona si están agobiados o con sobre estimulados.

-Reacciones diferentes: siempre habrá alguna alteración en algún o algunos sistemas sensoriales, bien sea a nivel hiperreactivo o a nivel hiporeactivo y dependiendo de esta alteración reaccionaran ante un estímulo, por ejemplo, hay personas que se taparan los oídos ante los ruidos o cuando hay aglomeración de personas, personas que se taparan los ojos ante mucha luz, personas que exagerarán ante una caída o un corte pequeño en la piel o viceversa, personas que no sienten dolor, rechazo a ciertos olores.

A pesar de que el diagnóstico del TEA se inicia entre los 2 y 3 años de edad, existen signos de alarma al que hay que permanecer atentos y no dejar pasar desapercibidos y comunicarlo al médico pediatra y si a pesar de continuar con conductas que no consideres que sean normales, insistir y consultar con otro especialista, recuerda que tus instintos maternales son más poderosos que nada en el mundo.

Susana Pereira - Terapeuta Ocupacional -Terapeuta de Conducta

Educadora en masaje infantil

Valencia - España

Anterior
Anterior

Autismo y sus signos de alarma

Siguiente
Siguiente

Trastornos del Neurodesarrollo