Hoy día, todavía encontramos a quienes consideran el ABA como un tratamiento nuevo y sin validez científica, en donde sus programas son iguales para todos los niños que presentan TEA, y que no se abordan otros tipos de trastornos del neurodesarrollo; y que ha sido inventada por el Psicólogo noruego IVAR LOVAAS.

En este mismo orden de ideas, podemos enunciar algunos otros mitos sobre el ABA:

1) Es un tratamiento experimental, y no se ha demostrado científicamente su efectividad. Siendo que el ABA es una ciencia, por lo tanto, sus progresos están publicados y suficientemente documentados en revistas científicas.

2) El ABA solo robotiza a los niños, queriendo fomentar hábitos a través de la práctica diaria de comportamientos que haran sin pensar porque ya están interiorizado. Pero a través del ABA guiamos en la práctica diaria a crear hábitos y comportamientos saludables. El objetivo fundamental es aprender a aprender.

3) El ABA soborna a los niños para que hagan caso. Cuando en realidad, el ABA separa totalmente los reforzadores y el soborno; otorgando siempre una mayor relevancia al momento de la entrega del reforzador. El ejemplo típico, es la realización de un trabajo eficientemente, siendo nuestro reforzador el salario y un ascenso. Los reforzadores ocurren después de un comportamiento y son específicamente para aumentar la conducta.

4) Todos los programas son iguales. Siendo todo lo contrario, en el ABA, se realiza una exhaustiva evaluación funcional de la conducta, donde se mide la aparición de la conducta disruptiva y se evalúan las preferencias de cada niño, entre tantas cosas; por lo tanto, el abordaje es totalmente individualizado. Además, que se aplica en el entorno donde más lo requiera el niño (escuela, hogar, parque, centro comercial, entre otros).

5) El ABA lo puede aplicar cualquiera. Hecho nada cierto, se requiere de una educación específica para aplicar la terapia ABA; aparte de una formación más rigurosa para poder supervisar las terapias. El terapeuta siempre estará supervisado por un analista, quien es el responsable del diseño del plan de intervención y de su aplicación eficiente. El ABA requiere de estar en constante formación.

6) El ABA trabaja sobre castigos. Falacia, actualmente la intervención está basada en una serie de combinaciones de reforzadores, pero sobre todo en el reforzamiento positivos.

Se ha demostrado en diversos estudios que el ABA es eficaz no solo en TEA, si no que, también en otros tipos de trastornos tanto del neurodesarrollo como genéticos, como el Síndrome de Down.

Susana Pereira - Terapeuta Ocupacional -Terapeuta de Conducta

Educadora en masaje infantil

Valencia - España

Bibliografía consultada:

https://www.psyciencia.com/diez-mitos-sobre-el-analisis-conductual-aplicado-aba

https://abasinlimites.com/terapia/mitos-y-prejuicios-acerca-de-aba-vb