Hacerle frente al Autismo

Experiencia de una madre con un chico autista

En esta oportunidad, queremos compartir la experiencia de una familia haciéndole frente al diagnóstico de Autismo; la fortaleza, perseverancia y fe de que todo iba a mejorar con Jeremías. Espero que las palabras de ésta madre te lleguen al corazón y sobre todo, a la conciencia, para que puedas superar cuanto antes sea posible tu etapa de negación y puedas brindar el apoyo terapéutico que necesite tu hijo (a). Esta madre nos dice que:

Hacerle frente al Autismo con respecto a la posición de un padre o madre es preocupante y doloroso. No es fácil de asimilar cuando un especialista emite un diagnóstico del cual no sé tiene idea de lo que significa. Al notar ciertas limitaciones en mi hijo, en relación a habilidades que debía desarrollar dentro de un patrón normal para su edad, fueron la ausencia de éstas lo que inició mi desconcierto y la búsqueda de respuestas.

Noté en mi hijo problemas del habla, en el lenguaje y la comunicación. A los 3 años de edad, no podía comunicarse con palabras ni con gestos. Igualmente, su limitación de interactuar con los demás de la misma forma en que lo hace la mayor parte de los niños. Prefería estar solo. Por otro lado, la resistencia al cambio fue lo más impresionante para mí, era casi imposible adaptarlo a una modificación en su rutina, en su horario, porque lo alteraba considerablemente. También la forma extraña en la que jugaba, apilando y girando objetos de manera continua… no me parecía nada normal. Indudablemente, algo andaba mal. En efecto, su diagnóstico, luego de visitar a varios psicólogos y neuropediatras: “Autismo Severo” … Fue muy duro ...Me creía culpable, ignorando las posibles causas de este trastorno.

Decidí batallar con la plena certeza que mi hijo iba a salir adelante y me empeñé en hacer lo posible para ayudarlo y brindarle atención … Entré en contacto con especialistas, expertos cada uno en su área; cabe mencionar, psicólogos, terapeutas ocupacionales, pediatra, nutriólogo. Se inició así su plan de terapias, (terapia conductual, ocupacional, terapia de lenguaje y psicología) así como una dieta libre de ciertos alimentos, (gluten y lactosa) …en fin… qué no hice para mejorar su condición y llevarlo hacia un futuro independiente?, que era lo que más me preocupaba… que no estuviese para ayudarlo.

En la actualidad, mi hijo tiene 13 años, con un diagnóstico de Autismo Leve, en alto grado de funcionamiento. Me siento orgullosa de él, me ha dejado la enseñanza más grande que se puede tener en la vida. Cada día me sorprende más… su manera de ver la vida es fascinante, ve detalles, que pasan desapercibidos por la mayoría de las personas... Se destaca en el colegio, está entre uno de los primeros de su clase…sobran las palabras para destacar sus cualidades admirables. Como madre de un niño con Trastorno del Espectro Autista (TEA), recomiendo aceptar y afrontar este diagnóstico, buscar ayuda en profesionales.

Es relevante adecuar la enseñanza de los niños con TEA, a través de diferentes técnicas y herramientas para mejorar su aprendizaje y habilidades sociales, así como, la comunicación, el contacto visual, ayudarles a organizarse en sus actividades, ya que cualquier alteración del orden podrá hacer que se sienta perdido. Por otro lado, entrenar su motricidad fina y gruesa, fomentar su autoestima y confianza, cubrir sus necesidades especiales. Todo esto se logra con una intervención personalizada en sus dificultades de desarrollo, con mucho amor, tolerancia, perseverancia, de la mano de DIOS.

María Teresa Pereira

Madre de un niño con TEA

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