Existen diferentes tipos de atención: Focalizada, sostenida, selectiva, alternante y dividida.

-La focalizada es la capacidad de dirigir la atención hacia el estímulo, puede ser un ruido, una persona.

-La atención sostenida es cuando se mantiene esta centrada hacia una tarea durante un largo periodo de tiempo, resistiendo las distracciones y el incremento de la fatiga; cuando una persona presenta déficit en este tipo de atención, cambia de actividad con frecuencia sin lograr terminar ninguna.

-Selectiva es el filtro que evita la sobrecarga mental, es decir, selecciona y solo deja que se perciba la información que considera importante, ignorando la que no lo es. En presencia de un déficit en este tipo de atención, esta selección es suprimida o ignorada alejando a la persona de la conducta objetivo.

-Alternante es la capacidad de cambiar el foco de atención de una actividad a otra y poder retomarla en donde se quedó, por ejemplo, cambiar el tema durante una conversación y luego continuarla.

-Dividida es cuando se pueden realizar varias tareas prestando atención a diferentes estímulos al mismo tiempo; cuando hay déficit, se hace difícil prestar atención, por ejemplo, al profesor para realizar un dictado.

En los déficits de atención influyen diversos factores, desde hereditarios, genéticos, ambientales, abuso de sustancias, hasta desequilibrio de los neurotransmisores como la dopamina y noradrenalina; sin embargo, hay cosas que podemos hacer para mejorar nuestra atención, como dormir a horas adecuadas y lo suficiente, realizar una lista de tareas pendientes, practicar algún deporte, escribir con lápiz y papel, ya que facilita la memoria a largo plazo, hacer un horario de actividades, comer saludable y disminuir las distracciones al momento de estudiar.

Susana Pereira - Terapeuta Ocupacional - Terapeuta de Conducta

Educadora en Masaje Infantil

Valencia - España

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