El control postural es la capacidad que tenemos para mantener nuestro cuerpo alineado con el centro de gravedad de su eje corporal para así mantener una postura correcta ante cualquier situación.

El control postural está regulado o controlado por el sistema nervioso central a través de las vías neuronales aferentes (las que llevan información o el estímulo del exterior al sistema nervioso central) y las vías neuronales eferentes (las responsables de emitir una respuesta ante el estímulo traído por las neuronas aferentes) permitiendo el tono muscular normal, es decir, ni muy alto (hipertono) ni muy bajo (hipotono) para que exista un movimiento adecuado. Sin embargo, el control postural también va a depender de sistemas sensoriales como el propioceptivo, vestibular, visual, táctil y de algunos procesos cognitivos, por lo que es de suma importancia que todos estén maduros.

Por lo que la inmadurez del sistema postural afecta la adquisición de control de cabeza, coordinación de movimientos tanto de extremidades superiores como de extremidades inferiores, con esto concluimos que para poder realizar inclusive cualquier actividad de la vida diaria necesitamos un adecuado control postural.

Si tenemos una deficiencia en el control postural, quiere decir que, tenemos alguna inmadurez en algunos de los sistemas que mencionamos anteriormente, además de tener dificultades en el equilibrio por lo que podemos tenemos problemas de lectoescritura, lateralidad entre otros.

Susana Pereira - Terapeuta Ocupacional

Valencia - España